Santa Capilla
Santa Capilla
Sin duda alguna, la Santa Capilla es la obra más esplendida del templo, además de constituir el corazón y la razón de ser de toda la basílica.
Diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez, dirigió las obras José Ramírez de Arellano, artífice también de los grupos escultóricos del interior.
La Santa Capilla ofrece un conjunto de elementos singulares: tres pórticos curvos, con entablamentos y frontones clasicistas en su frente principal y el muro macizo donde se encuentran los tres altares.
Colocado a la izquierda se encuentra el Altar de los Convertidos, el grupo de los siete junto al Apóstol Santiago. El escultor Ramírez de Arellano supo realizar una composición sólida, equilibrada y armónica, de los rostros, la disposición de las telas de las túnicas y la combinación de gestos y actitudes.
En el centro se encuentra el grupo escultórico que representa la Venida de la Virgen, labrado en mármol blanco sobre resplandores de bronce dorado. El grupo queda en un plano de altura y profundidad completamente distinto al de los dos altares laterales. La Virgen rodeada de ángeles y resplandores, viene hacia nosotros flotando en el espacio.
A la derecha es el punto de convergencia de los fieles que penetran en el templo se encuentra el Camarín de la Virgen, adornado de plata, con fondo de mármol verde, tachonado con setenta y dos estrellas cuajadas de joyas donadas por los devotos, donde se sitúa la Santa Columna donde se apoyo la Señora en su venida a Zaragoza, A los lados dos angelotes de plata con candeleros en los brazos, fueron donados por Felipe II.